viernes, 28 de mayo de 2010

Surreal


Me voy a recorrer los 350 Km. que separan Oviedo de Santiago de Compostela a pie. Me voy a hacer el famoso Camino de Santiago: Una conducta del siglo IX en el XXI. Sin actitud legionaria (la parte mística y expiatoria de la peregrinación), pero consciente de la enseñanza que puedo sacar, la gesta me excita. ¿He vivido alguna vez, durante 15 días, con lo mínimo estrictamente necesario? No. No puedo negar que me atrae este reto. La recompensa es acceder a un club al que pertenecen algunos de mis amigos, y que voy a denominar ascético/hedonista, porque sus miembros son capaces de disfrutar con una actitud frugal y espartana. Su austeridad no tiene nada que ver con el masoquismo, aunque alguno encuentre particularmente atractivo el ejercicio físico extenuante. Más bien se trata de un entrenamiento anti-alienación; entendiendo por alienación cualquiera de las acepciones que nos ofrece el DRAE, y por entrenamiento un ejercicio preparatorio. Es decir ¡Que fantástico resulta poder vivir en casi cualquier sitio, y casi con cualquier cosa, entre tanta necesidad creada e impuesta!


    Cierro este sitio, temporalmente; pero antes voy a presumir aún más de amigos. Ahora le toca el turno a uno, eterno, que resulta ser un magnífico pintor surrealista y, sin embargo, no está interesado en exponer su obra. Yo he obtenido su permiso para colgar aquí la fotografía de su última obra (a día de hoy. Espero que haya muchas posteriores). La suya también es una rebeldía y un entrenamiento anti-alienación, además de una lección a tanto diletante que anda suelto.

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