domingo, 26 de abril de 2009

Banda Sonora 1991-1996


¿Los últimos cinco años en la pista? Sí, este podría ser el título de esta entrega. Yo, como tantos otros treintañeros terminales, me debatía entre la necesidad de convertir la música en un ejercicio intelectual y la intención de seguir bailando para siempre. Buscaba el secreto de la eterna juventud…y la electrónica me lo había puesto facil. Entonces sonaron las recreaciones más memorables de mitos adolescentes, los ritmos más endiablados, y los mas sensuales que las máquinas podían reproducir.

    Fue un lustro muy divertido, los DJ’S me volvían a salvar la vida, ahora mas profesionales que nunca; y tuvo un broche de los que se marcan, indeleblemente, en tu memoria episódica.

    Era invierno de 1996, y ya había cumplido los 40 años cuando, en una de esas noches interminables, descubrí lo que iba a considerar mi último baile (por muchas veces que haya podido bailar después, nunca ha sido igual). Esa noche supe que debía pasar página.       

lunes, 20 de abril de 2009

Viajar en el tiempo


Viajar en el tiempo era, hasta hace muy poco, patrimonio de la ficción (de la ciencia-ficción, para ser exactos); pero algunos de nosotros, de cierta edad y en determinados sitios, hemos experimentado el pasado remoto. ¿De que otra manera puede calificarse, sino, aquella lejana infancia? Alfombrar las calles de todo un pueblo con juncos verdes, recién cortados en las orillas del río, para que pase la procesión del Corpus… ¿No remite a ciertos ritos ancestrales? Los niños solían amontonar la hierba, después de la fiesta, para tejer porras vegetales y librar batallas. O aquellos pregones del vendedor callejero, con su mercancía sobre las alforjas del burro:

 

                      Niños y niñas…llorad por piñas.

 

O el heladero artesano, arrastrando su carrito de madera, en el que cubría el auténtico  mantecado con dos enormes “tetas” de latón. La antigüedad tardía, la edad media, el siglo XIX; todo en el intervalo de una vida que se adentra en el imaginario futurista, de hace tan solo 30 años, a toda velocidad.

     La experiencia resulta fascinante, pero aun cabe la posibilidad (mucho más inmediata) de viajar al pasado en unas cuantas horas de avión: Sanaa, por ejemplo. La capital Yemení, que compite con Bagdad para escenificar las legendarias mil y una noches o, triplicando el tiempo de vuelo, el extremo oriente de Papua Nueva Guinea, donde según un reportaje del último Semanal, podemos reeditar las ceremonias de la sima de los huesos de Atapuerca… con un plus espeluznante, pues los miembros de los kukukukus nunca entierran a sus muertos para que la tierra no les reclame más vidas: una forma como otra cualquiera de exorcizar a la parca. Pura prehistoria.

    

jueves, 16 de abril de 2009

¿Cain o Abel?


    Anoche tuve el honor y el placer, dos palabras que deberían asociarse más a menudo, de cenar con un eminente paleontólogo: Ignacio Martínez Mendizábal es profesor titular de paleontología en la universidad de Alcalá  pero, sobre todo, es uno de esos investigadores españoles que dedican la mayor parte de su tiempo al yacimiento de Atapuerca. Dentro del proyecto coordina el área de evolución humana, y sus principales líneas de investigación se relacionan con el origen del lenguaje y la audición en ese proceso. Después de disfrutar con sus conocimientos, que propaga y comparte de la manera más amena posible, viene la inevitable reflexión sobre el presente de la comunicación entre los hombres. Aquellos homínidos, que desarrollaron su cerebro de manera espectacular para poder comunicarse más y mejor, parecen  ávidos de aislamiento, de vuelta hacia el estado individual. Quizás hayan alcanzado un grado de saturación informativa tal que les haya producido vértigo…o pavor.  

    A la pregunta de si la paleontología podría predecir futuras evoluciones en la anatomía humana, Ignacio respondía que, con el auge tecnológico, nuestro progreso ha pasado a ser extrasomático, es decir, que ya no necesitamos ampliar la cavidad craneal para albergar más información, ¡tenemos La Red!; de modo que los ego estetas (¡vaya palabro!) pueden estar tranquilos con respecto a la apariencia futura de sus descendientes. Pero lo que sí debería inquietarnos a todos es la deriva cainita de la humanidad que, según Ignacio (y yo estoy convencido de que así fue) era originariamente de la rama de Abel: de otra manera no se explican las trazas de bondad y compasión que podemos rastrear en la sima de los huesos,  las muchas pruebas de que aquellos moradores primitivos cuidaban especialmente a los más débiles y desprotegidos de su especie. ¿En que momento giró la selección natural hacia Nietzsche?

   

 

   

 

domingo, 12 de abril de 2009

Control





Sería injusto decir que la gran estrella del rock oscuro, Ian Curtis, era solo un marido desgraciado (como tantos otros, by the way); porque además era un magnífico poeta. Uno más, entre sus colegas malditos, que martirizaba un colibrí de amor entre los dientes (como diría Lorca). Pero en el biopic escrito por su esposa Debby queda claro que la fuente de sus tristes y hermosas canciones era un error de los que se pagan muy caro: haberse casado con ella.
La película, basada en el relato, hace honor a su título y a una de las palabras clave en la vida de este chico: Control.
El relato de la damnificada está controlado, de manera que no resulta demasiado vengativo ni demasiado victimista. La luz está controlada, produciendo una preciosa fotografía, en blanco y negro, de la grisalla en los suburbios británicos.
La historia comienza en 1973, y el adolescente Curtis está fascinado con el Aladin Sane de Bowie: ¡Mira ese hombre, tan infeliz!, parece decir mas tarde mientras canta desolado: ella perdió el control.

jueves, 9 de abril de 2009

Plastas

 

  Antes, en esa otra vida que parece tan lejana como el medievo, pero está solo a un par de décadas, los amigos plastas se empeñaban en amargarnos las cenas del reencuentro, tras las vacaciones, con el pase privado de sus pelis (o fotos), que solo interesaban a ellos. Ahora, con el auge de la correspondencia electrónica, no solo tenemos que aguantar los recuerdos de nuestros amigos en Birmania o Tegucigalpa, sino todos los recuerdos de medio planeta en sus visitas al otro medio, debidamente procesados en bonitos pps (Power Point Shows). Para mí, que siempre he pensado que más vale una canción que mil imágenes, lo peor es la incapacidad de la gente para ilustrar con música adecuada sus “obras”. Hace tan solo unos meses reenviaba, compulsivamente, muchas de las (bip) que me atoraban el buzón, pero ya  solo esparzo lo bueno (¡exactamente!: lo que a mí me lo parece). No estoy hablando de spam, o correos indeseados, sino de lo que debería desearse y, sin embargo, se teme: la gran cena de reencuentro (tras las vacaciones) a escala planetaria, que se produce cada vez que abres la correspondencia.

 

   

 

viernes, 3 de abril de 2009

Política 2


    Cuando hablaba de dogmas, en mi última entrada, puse dos ejemplos a ambos lados del espectro político; pero debemos suponer que hemos reordenado, con carácter retroactivo, la posición de todo el mundo en la revolucionaria asamblea nacional francesa, de modo que la supresión de esos dogmas le va a venir muy bien a todos. Sin excepción.

    1º Prohibido prohibir.- Fue una boutade situacionista, que equiparaba a cualquier gobernante (incluidos los buenos) con un dictador. Todo lo que no nos gusta es adoctrinamiento y un ataque a la sacrosanta libertad, aunque proceda de quien hemos puesto al mando (con todas las consecuencias) de la casa.

    Antídoto.- Si hay que prohibir se prohibirá, entendiéndolo como la última consecuencia del jefe: aunque lleguemos a ser solo UNA, seguiremos siendo una tribu.

    2ª.- El empresario ha de buscar el máximo beneficio.- Fue la traducción laica de uno de los signos de predestinación positiva auspiciados por el calvinismo: el éxito en las empresas. O dicho de una forma menos prosaica: A dios rogando y con el mazo dando, ande yo caliente y ríase la gente (y otras lindezas del refranero popular)

    Antídoto.-Exactamente el mismo que el anterior.

 

PD.- ¿Estaremos, entre todos, propiciando el descrédito de la política como forma de escurrir el bulto?. Yo quizás no vote, pero sigo creyendo en la política. ¡Resucitémosla!