viernes, 3 de abril de 2009

Política 2


    Cuando hablaba de dogmas, en mi última entrada, puse dos ejemplos a ambos lados del espectro político; pero debemos suponer que hemos reordenado, con carácter retroactivo, la posición de todo el mundo en la revolucionaria asamblea nacional francesa, de modo que la supresión de esos dogmas le va a venir muy bien a todos. Sin excepción.

    1º Prohibido prohibir.- Fue una boutade situacionista, que equiparaba a cualquier gobernante (incluidos los buenos) con un dictador. Todo lo que no nos gusta es adoctrinamiento y un ataque a la sacrosanta libertad, aunque proceda de quien hemos puesto al mando (con todas las consecuencias) de la casa.

    Antídoto.- Si hay que prohibir se prohibirá, entendiéndolo como la última consecuencia del jefe: aunque lleguemos a ser solo UNA, seguiremos siendo una tribu.

    2ª.- El empresario ha de buscar el máximo beneficio.- Fue la traducción laica de uno de los signos de predestinación positiva auspiciados por el calvinismo: el éxito en las empresas. O dicho de una forma menos prosaica: A dios rogando y con el mazo dando, ande yo caliente y ríase la gente (y otras lindezas del refranero popular)

    Antídoto.-Exactamente el mismo que el anterior.

 

PD.- ¿Estaremos, entre todos, propiciando el descrédito de la política como forma de escurrir el bulto?. Yo quizás no vote, pero sigo creyendo en la política. ¡Resucitémosla!

 

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