viernes, 9 de abril de 2010

Gürtel


Perdonen si insisto en nuestros antepasados avícolas, pero es que cada día tengo más evidencias. Ya sé que carroñeros hay también entre los mamíferos y, probablemente, los reptiles no sean reacios a la segunda mano, es decir, a utilizar los restos que haya dejado (tras saciarse) algún otro animal.


La desclasificación del sumario Gürtel no es, ni más ni menos, que un preciso movimiento de cámara en vertical, por las patas de la mesa, hasta mostrar a los ahítos comensales que dejaron el suelo perdidito de migas: todas esas migas que se embuchó (exactamente) la clase media española entre la mitad de los años noventa y el 2007. A las palomas o a los gorriones (que, por cierto, están desapareciendo de nuestras ciudades) no les importa lo más mínimo el pantagruélico espectáculo de tanto zampabollos mientras puedan trasegar las sobras. Ni ética ni estéticamente les importa la actitud de los glotones (ahí están las encuestas preelectorales para demostrarlo). Es posible que no tengan más medios para segregar los neurotransmisores de la felicidad… que haberlos, haylos.

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