sábado, 24 de julio de 2010
Hoy, no.
Hoy no me voy a hacer preguntas, solo extrañas aseveraciones.
Si el pasado ya no existe y el futuro no existe todavía, es al presente al que nos tenemos que atener. Este presente contenido en tantas imágenes pasadas y deseado en tantos momentos futuros. Esta siesta del largo y cálido verano, como reza en tantas citas pasadas, presentes y futuras. Esta luz procedente del pasado que ilumina mi presente anhelante de futuro (¡Nadie es perfecto, que diría Billy Wilder!).
Los días del futuro pasado, que dirían los Moody Blues, llenan nuestro presente, afortunadamente; porque no hay mayor fortuna que una memoria repleta de buenos recuerdos, un presente repleto de buena fortuna, y un futuro repleto de si mismo.
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