viernes, 5 de septiembre de 2008

Pesimismo ecléctico


Estoy completamente de acuerdo con la señora portera de la calle Grenelle nº 7, en Paris. La gente culta actual debe ser ecléctica, ya sea por convicción o por necesidad.
Si, por ejemplo, estas en un pueblecito perdido de la costa (¡aún quedad!), y en su video club no puedes aspirar más que a La Jungla 4.0, no te prives. Después de verla me pregunto cuanto más resistirán los auténticos Bruce Willys, cuando los hackers reales desarrollen el verdadero caos total. Este aguerrido policía desafía, a los acordes de la Credence Clearwater Revival, el nihilismo de los Jedys digitales. Obsérvese como el antimilitarismo (aunque ultra violento) sesentero, tan denostado entonces por el norteamericano medio, se ha convertido en el último bastión contra las actuales amenazas que no pueden ahuyentar las armas. La peli está basada en un artículo de prensa, de título tan ambiguo como revelador: Farewell to Arms.
Después de ver la impotencia del F.B.I. ante sus propios demonios sueltos en el ciberespacio, me fui a Paris, a la Belle Epoque; concretamente al salón de la señora de Villeparisis, a contemplar como burgueses, aristócratas e intelectuales disfrutaban, impasibles, del principio del fin de su mundo (el que sucumbió en 1914); de la misma forma en que lo hacen las élites actuales desde hace casi una década.

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