jueves, 21 de agosto de 2008

Banda Sonora (1961-1965)


Todavía me puedo permitir el lujo de resumir todo un lustro con 4 canciones, pues la memoria de entonces, tan difícil de explorar, les ha reservado un lugar de privilegio.
La primera estaba entre los surcos de un disco que promocionaba coñac (después lo hicieron con refrescos) e incluía el jingle publicitario de la marca. Se trataba del éxito de Doo-Wop Breaking up is hard to do, de Neil Sedaka; todo un soplo de aire fresco entre tanto folklore nacional-católico.
La segunda, a elegir a su vez entre otras cuatro, estaba en un prodigioso Extended Play que me regalo mi padre en Diciembre de 1963 (para mí 8º cumpleaños). Con aquel disco, que inauguraba mi álbum de singles, entraron Los Beatles en mi vida, esta vez como un auténtico vendaval que se llevo, para siempre, los restos de mi sensibilidad latina (en un proceso parecido al que consiguen los padres testarudos obligando a sus hijos a comer aquello que no les gusta, ¡que lo odien para siempre!.
Las otras dos las cantaban dos chicas ye-ye: Una francesa ( La Vartan) y la otra italiana (La Pavone), aunque esta última se limitaba a versionar otro best seller del Doo-Wop.
Todos esos discos a 45rpm los compraba en cierto establecimiento que había en un pueblo vecino al mío y, ¿a qué no sabéis a quien pertenecía ese bazar? …¡A Emilio Longo!, el abuelo de Alejandro Agaj (el yernísimo, novio del escorial y mascarón del yate de Briatore, amen de aprendiz de Berlusconi)
¡Que pequeño es el mundo!


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